El ántrax o carbunco bacteriano es una enfermedad causada por la bacteria esporulada Bacillus anthracis. El nombre de la bacteria deriva del término griego para el carbón, debido a las úlceras con centros oscuros que se desarrollan en la piel de las personas afectadas. El carbunco está presente en todos los continentes, con alta mortalidad en los rumiantes, y es una zoonosis (enfermedad que afecta principalmente a los animales pero es transmisible al hombre). La bacteria produce toxinas sumamente potentes que son responsables de los efectos debilitantes y causan una alta tasa de mortalidad. Aunque la mayor parte de mamíferos son sensibles, es una enfermedad típica de los rumiantes y del hombre.
¿Cómo se transmite ?
El carbunco bacteriano no se transmite por
lo general entre animales ni entre personas. En
contacto con el oxígeno, la bacteria produce unas
esporas sumamente resistentes que sobreviven
durante años en el suelo o en la lana o el pelo
de los animales infectados. Las esporas pueden
penetrar en el cuerpo de un animal por ingestión
o inhalación o a través de heridas en la piel,
allí germinan y causan la enfermedad. Como la
sangre de los animales infectados no siempre se
coagula correctamente, el animal puede sangrar
a través de los orificios corporales, y los insectos
transmitirán la bacteria a otros animales. Los
carnívoros y el ser humano pueden adquirir la
infección si consumen la carne de un animal
infectado. Sin embargo, la infección de los animales se produce en general por la ingestión
de esporas que se encontraban en el suelo o en
los pisos
¿Cuáles son los signos clínicos
de la enfermedad?
Es frecuente encontrar rumiantes muertos
sin que se hayan presentado ningún signo
de enfermedad. En esta forma aguda de la
enfermedad puede haber fiebre alta, temblores
musculares y dificultad para respirar justo antes
del colapso y muerte del animal. La sangre sin
coagular puede exudar por los orificios corporales
y no siempre se observa la rigidez postim.
Los caballos, o en ocasiones los rumiantes,
pueden presentar trastornos digestivos, cólico,
fiebre, depresión y a veces hinchazón. Estos
síntomas pueden durar cuatro días hasta conducir
a la muerte.
Los carnívoros que se alimenten en una fuente
infectada pueden presentar una forma intestinal
¿Cómo se diagnostica
la enfermedad?
El carbunco bacteriano se diagnostica con un
examen de sangre (o de otros tejidos) para detectar
la presencia de la bacteria. Para tomar muestras
se procederá con mucho cuidado a fin de evitar la
contaminación del medio y de prevenir la exposición
del hombre a la bacteria. Las muestras de sangre de
cadáveres relativamente frescos contienen un gran
número de . anthracis, observables al microscopio,
que se pueden cultivar y aislar en el laboratorio,
o pueden detectarse mediante tests rápidos, por
ejemplo la reacción de la polimerasa en cadena . En el Manual de las Pruebas de Diagnóstico
y de las Vacunas para los Animales Terrestres de la se describen los procedimientos de laboratorio
para la detección del carbunco y la metodología
aceptada para la producción de vacunas
¿Que se hace para prevenir
o controlar esta enfermedad?
es esencial eliminar de modo adecuado los
animales muertos el cadáver no debe ser abierto, ya que la
exposición al oxígeno permitirá que se formen
las esporas, los locales se pondrán en cuarentena hasta
que se haya vacunado a todos los animales
sensibles y se hayan eliminado todos los
cadáveres, de preferencia por incineración
o por entierro a profundidad con cal viva. la limpieza y la desinfección son tan
importantes como el control de insectos
y roedores
Aunque la terapia con antibiótico sea bastante eficaz
contra carbuno bacteriano el curso clínico
suele ser tan rápido que a veces no es posible tratar
a los animales afectados. detección oportuna de
los focos, la puesta en cuarentena de los locales
afectados, la destrucción de los animales enfermos
y bomitos y la implementación de procedimientos
sanitarios adecuados en los mataderos y fábricas
de productos lácteos garantizarán la inocuidad
de los productos de origen animal destinados
al consumo del hombre.
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