FASCIOLA HEPÁTICA
Introducción:
La fasciolosis es una enfermedad parasitaria de gran impacto económico que afecta en su mayoría a los rumiantes domésticos. Esta enfermedad es causada por dos especies: Fasciola hepática y Fasciola gigantica (clase Trematoda), y es causa de considerables pérdidas económicas en la industria ganadera, principalmente por los elevados gastos para el tratamiento antihelmíntico y la mortalidad, trayendo consigo la reducción de la producción de carne, leche, y lana.
Ciclo biológico:
La Fasciola hepática adulta es un
trematode de 20 a 50 mm de largo
por 6 a 12 mm de ancho que reside
en los conductos biliares del huésped definitivo. Para completar su
ciclo biológico, la F. hepática necesita dos huéspedes, uno intermediario (caracol) y otro definitivo
(mamífero). En ambos las poblaciones del parásito pueden aumentar
en número, dentro del intermediario por la producción de cercarías y dentro del definitivo por la
postura de huevos.
Cada parásito adulto puede llegar
a producir entre 20.000 a 50.000
huevos por día, estos son arrastrados por la bilis hasta el intestino y evacuados con la materia
fecal.
Síntomas y lesiones
- La presencia de unos pocos trematodes exclusivamente en los
conductos biliares, no provoca una
manifestación importante, pero las
infestaciones masivas causan enfermedades que son particularmente graves en los animales jóvenes, pudiendo morir repentinamente por daño hepático o por
invasión secundaria clostridial. Si
el animal sobrevive a las lesiones,
la regeneración de hígado se
produce con producción de tejido
fibroso nuevo, con distorsión del
órgano por las múltiples cicatrices.
En este estado puede aparecer
anemia, debilidad, emaciación y
edemas (submandibular, cuello, pecho y abdomen).
- Los animales que sufren fasciolasis aguda, no alcanzan a mostrar
síntomas evidentes en el momento
del ingreso de los trematodes al
hígado y el inicio de la migración a
través del parénquima. La muerte
de algunos animales y la anemia
suelen ser los primeros signos del
problema cuando ya está instalado.
A la necropsia, los hallazgos son
dependientes del número de parásitos y del tiempo de infección. Se
pueden apreciar las marcas de
perforación hepática, inflamación
y focos hemorrágicos que muestran un cuadro de hepatitis aguda
en infestaciones recientes.
- En casos crónicos, que es la forma
más común de parasitación, con
altas cargas parasitarias, los animales están anémicos o caquécticos, hay colecciones serosas en
peritoneo y engrosamiento de los
conductos biliares del hígado con
alteraciones cirróticas.
Control:
El solo diagnóstico de F. hepática
puede no ser razón suficiente para
iniciar la lucha contra el parásito.
La decisión final tendrá que estar
relacionada con el riesgo de que
incida económicamente, el riesgo
de dispersión en un área o la
decisión de “limpiar” un potrero o
ambiente contaminado. El control
de la fasciolasis en un área endémica debe estar orientado a
prever o limitar el contacto entre
el parásito y su huésped definitivo, tratando en principio, de ofrecer pasturas “seguras” para las
categorías de animales más
susceptibles. Debido a que las recomendaciones
de control pueden variar aún entre
establecimientos vecinos, pues los
niveles de infección, por topografía de los potreros, o por manejo de la hacienda pueden ser
distintos, es que se tratará de dar
orientaciones generales para ser
utilizadas a criterio del profesional actuante.
Las medidas básicas para el
control de F. hepática, se localizan en tres puntos:
1) Contra el parásito en el huésped definitivo.
2) Contra los estadios libres del
parásito
3) Contra los caracoles intermediarios.
Control de F. Hepática en el huésped definitivo.
El uso de antihelmínticos es la
práctica más común empleada por
el productor para la lucha contra
los parásitos. El objetivo del
tratamiento es el de eliminar el
agente causal de la enfermedad e
interrumpir la excreción de los
huevos con la materia fecal, para
así prevenir la infección de los
caracoles y la contaminación de las pasturas. El espectro de eficiencia
de las drogas fasciolicidas disponibles en el mercado sobre los
diferentes estadios de los trematodes debe ser tenido en cuenta
para su uso en los programas de
control. Algunos
fasciolicidas no son efectivos contra estados inmaduros de Fasciola,
por lo que no son recomendables
en casos agudos de la enfermedad.
La aplicación de fasciolicidas, es
inevitable en los casos clínicos de
fasciolasis (aguda ó crónica), pero
lo ideal es poner en práctica un
plan estratégico de control con un
mínimo de dosificaciones y armonizado con el manejo y movimientos
de hacienda.
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